Dios es amor. Su amor hacia nosotros nos debe animar a amarnos unos a otros. Este amor manifestado se basa en la verdad, busca el bien de la persona amada, y resulta en perdón para quien nos ha hecho mal.
El tema del amor verdadero se presnta en trres pequeñas cartas: 2 Juan, 3 Juan y Filemón. No son tratados teológicos, sino epístolas de carácter personal, escritas a hermanos en la fe. Intentan resolver problemas comunes en las iglesias del primer siglo, la mayoría de los cuales se encuentran aún hoy en día. En gran parte, tienen que ver con tensiones en las relaciones interpersonales.
Tanto Pablo como Juan demuestran en estas cartas un alto nivel de amor y cortesía cristianos. Explican con ejemplos concretos y sugerencias prácticas el carácter del amor verdadero que debemos mostrar en nuestro trato unos con otros.
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