DEMASIADO CRISTIANO DEMASIADO MUNDANO

Jesús no invitó al mundo a la iglesia. Él ordenó a la iglesia que fuera al mundo.

Pero... ¿realmente entendemos lo que esto significa? Si nuestras acciones tienen la respuesta, entonces no. En vez de ir al mundo, huimos de él. Algunos de nosotros mantenemos al mundo a una distancia segura, algunos lo combatimos, algunos nos conformamos a él, y otros, nos volvemos complacientes con él. Pocos, sin embargo, sabemos qué es lo que realmente significa amar al mundo con la clase de amor apasionado y visionario que envió a Jesús desde las alturas de la santidad hasta las profundidades de una cultura enferma de pecado.

El autor de esta obra nos hace un llamado a comunicar el evangelio de la forma más arriesgada, satisfactoria y atractiva posible: vivir una fe no pretenciosa en medio de los peligros y promesas de nuestra sociedad. No se trata de distribuir tratados evangelísticos o de organizar cruzadas. Se trata de seguir a Cristo fuera de nuestra zona de seguridad en los lugares que jamás esperamos ir. Acercándonos a los pecadores y a sus vidas de la misma forma que Jesús se hubiera acercado. No todos estarán de acuerdo. Para algunos, nos veremos demasiado cristianos; para otros, demasiado mundanos. Sin embargo, será glorificado aquel cuya opinión realmente cuenta. Mientras procedemos no solo de acuerdo a sus caminos y metodologías, sino de acuerdo a su mismo corazón.