Los modernos métodos de Pedagogía enseñan que las ideas entran más fácilmente por los ojos, mediante un ejemplo gráfico y práctico, que por los oídos, a través de un argumento elocuentemente elaborado. Esta verdad se hace mucho más real todavía, cuando la enseñanza va destinada a los niños o se imparte en colectivos donde los niños constituyen una parte sustancial, como es el caso del culto en las iglesias. De aquí, que muchos pastores hayan adoptado la buena costumbre de ilustrar el tema de su sermón, o la lección del día para la Escuela Dominical, mediante un ejemplo gráfico dirigido a toda la congregación, antes de que los niños abandonen el salón principal de culto para ir a sus respectivas clases. Con ello se consiguen dos objetivos: Que los niños se sientan parte de la congregación, participando en el culto general de la Iglesia. Que a muchos de los adultos, aprovechando el ejemplo del pastor a los niños, el tema de la predicación se les haga mucho más claro. Enrique Lund, misionero bautista en España a principios de siglo, tenía una habilidad especial para estas ilustraciones «prácticas», por lo que este libro, en el que presenta 100 bosquejos ilustrados indicando incluso los objetos materiales a utilizar en cada caso, facilitará un manantial de ideas a muchos predicadores hoy.