Paul Tournier, 229 pp.
La vida es en sí misma, la mayor aventura. Por simple y sencilla que sea, contiene, a través de sus distintas etapas, elementos y experiencias interesantes. Pero las rutinas y la monotonía cotidiana nos hacen perder de vista sus alicientes, transformándola en algo carente de sentido. Tan solo la obediencia a Dios puede devolverle su sentido global y convertirla de nuevo en una aventura agradable y motivadora.
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