Dios nos escogió para cosas importantes, para hacer una diferencia en la vida de otras personas. Nos creó con la capacidad de tener sueños maravillosos. A lo largo de la historia, hombres y mujeres de Dios tuvieron grandes sueños y cambiaron para bien la vida de muchas personas. Muchos jóvenes viven atrapados en vicios y en placeres pasajeros porque no tienen sueños claros. Al no tener propósitos definidos es más fácil caer en las garras del desorden, la desorganización, la inconstancia, las malas compañías y los malos hábitos. Este libro te desafiará a buscar y alcanzar cosas poderosas.
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