Dos hombres totalmente distintos (uno adoraba ídolos y el otro fue pastor de ovejas y rey) tenían algo importante en común: ambos enfrentaron la desilusión y la frustración del fracaso, y luego debieron superarlo. En este estudio, David Roper examina las vidas de David y de Manasés para ayudarnos con lecciones que solo pueden aprenderse tras momentos de fracaso; de este modo, nos enseña a crecer y a seguir adelante.
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