Jesucristo hizo muchas veces referencia al profeta Jonás. Por medio de su enseñanza, Jesús dio testimonio de la autenticidad del personaje. El libro de Jonás se ha clasificado entre las "bellas historias bíblicas"; sin embargo, esta ligereza racionalista no debería aplicarse a ningún libro de la Biblia, aunque la inteligencia humana no pueda comprender su mensaje. Solo cuando escudriñamos la Palabra a la luz del Espíritu Santo, puede revelarnos los tesoros escondidos en ella. En el libro de Jonás descubrimos el alto precio que tuvo que pagar el Profeta para aprender que no es posible huir de la presencia de Dios. En él encontramos también la confrontación de los sentimientos nacionalistas de Jonás con la voluntad y la promesa del Señor, de bendecir a todas las naciones en la simiente de Abraham. Un libro de actualidad que interpelará especialmente a aquellos que estén resistiendo a la voluntad de Dios, y que nos revelará una vez más el gran amor del Señor hacia todos los hombres.
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