La presión para seguir la opinión pública no podría ser más fuerte. El héroe nacional Eric Liddell es el orgullo de Escocia. El país entero está ansioso para que su celebridad corra por el resto del mundo y traiga a casa el oro Olímpico en la carrera de 100 metros. Pero cuando Eric hace el sorprendente anuncio que él no competirá el domingo a causa de Sus convicciones religiosas, él pronto es marcado una vergüenza y a un traidor.
0
0 opiniones