El día en que Angela Thomas vendió lo único que tenía, el diamante de su anillo de compromiso, para cuidar de sus hijos fue el día en que empezó a creer que iban a salir adelante. En esa decisión, la fe de la cual siempre había hablado se convirtió en la fe que iba a aprender a vivir. En los años que siguieron, Dios le había dado a Angela un deseo apasionado de vivir una vida asombrosa, aun mientras criaba a sus cuatro hijos como madre soltera. En este libro ella comparte la sabiduría que ganó con el sudor de su frente en lo que respecta a la soledad, las citas, las finanzas y la crianza de los hijos, animando a toda madre soltera. "Como regalo para nuestros hijos", ella dice, "podemos convertirnos en madres sanas que son mujeres fuertes y asombrosas a pesar de nuestras circunstancias".
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