El autor comparte según su propia experiencia, lo que significa ser consumido por la personalidad de Dios. Bickle reta al lector a descubrir la pasión y el esplendor de la personalidad del Altísimo, esta acción lo ayudará a llegar a la entereza personal y la madurez espiritual. El Señor añora que seamos libres, que experimentemos Su apasionado afecto, incluso cuando estamos pasando por momentos difíciles. Cuatro elementos claves que nos dirigen a este conocimiento son:¿quíen es Dios?, ¿qué ha hecho Dios?, ¿qué podemos recibir? y ¿qué debemos hacer?
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