Una gracia escondida sondea las profundidades del dolor, ya sea debido a una enfermedad, un divorcio o la pérdida de un ser querido. Las circunstancias no son importantes; lo que hacemos con esas circunstancias sí. Al llegar al final de nosotros mismos, podemos llegar al comienzo de una nueva vida, una marcada por la profundidad espiritual, la alegría, la compasión y una apreciación más profunda de las simples bendiciones diarias.
Contiene preguntas de discusión.
0
0 opiniones