Ser padre no es fácil. Se requieren largas horas, muchas frustraciones y, aun así, no se pueden garantizar los buenos resultados. Los padres que son cristianos anhelan que sus hijos alcancen una fe vital, personal y permanente en el Señor Jesucristo. Sin embargo, algunos tienen que experimentar el dolor de ver que sus descendientes dan la espalda al cristianismo. Sabemos que es un gran desafío criarlos para que desarrollen una fe perdurable.
Precisamente ese es el reto que el autor confronta en este libro. No pretende que con sus métodos los padres e hijos sean perfectos, pero ofrece algunos principios basados en las Escrituras que ayudarán a los padres a sentar una base espiritual firme para hacer que sus hijos anden en la fe.
El autor los ayudará a equipar a sus hijos para enfrentar la vida y el mundo que los rodea. Asimismo, a entender que el amor incondicional, la confianza y la disciplina justa y firme son las piedras angulares que llevan a una verdadora fe en Dios.
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