El precio de la Gracia. Biblioteca de clásicos cristianos. Tomo 18.

El precio de la gracia, escrito por Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), es una reunión de textos que tratan asuntos teológicos tan amplios como concretos: ¿qué significa ser imagen de Cristo para el «hombre sencillo»? ¿Cuál es la idea contemporánea de santidad? ¿Cómo obedecemos al llamado del seguimiento que Cristo hace a todos y cada uno de nosotros? ¿Cuál es el verdadero enfoque del Sermón del Monte? ¿Podemos, y es acaso necesario, librarnos de nosotros mismos? ¿A quién beneficiamos cuando buscamos la comunión con Jesús? ¿Cuándo dejará la Iglesia de decir al ser humano que su esfuerzo «no es suficiente»? Estas y otras cuestiones eran importantes en la Alemania previa a la Segunda Guerra Mundial.

Para el mundo hispano del siglo XXI, el planteamiento de Bonhoeffer en cuanto a la posición del cristiano en la sociedad es acuciante.

Bonhoeffer habla aquí al cristiano que afronta un período de grave crisis social. Es la gracia puesta bajo presión lo que le interesa comentar, no una defensa de valores o principios. Ser cristiano, para Bonhoeffer, es estar contra las cuerdas, vivir continuamente al límite, sufrir la marginalidad social incluso dentro de la propia iglesia. En el contexto en que se redactó esta obra, como en el nuestro, es importante dudar cuando el viento sopla a favor del cristiano, cuando un pastor o predicador se siente excesivamente arropado por el aplauso general. El evangelio, para Bonhoeffer, no es otra cosa que escándalo.

Las ideas que encontramos en El precio de la gracia son ciertamente subversivas, especialmente para el cristiano de hoy. Anulan cualquier sugerencia acerca de nuestra capacidad para redimirnos por medio de nuestra presunta rectitud. Para hallar a Dios es preciso buscarle, pero es él quien nos busca primero. Pocos méritos podemos presentar nosotros.

Es un gran contraste con la cultura del mérito dominante en la época (que encontró apoyo en el papado de Pío XII, tan tibio con los atropellos del Reich) y un asidero dentro del conflicto moral, ideológico, político y, en última instancia, teológico, que el cristiano debe enfrentar. Pero el consuelo, que también proporcionan determinados pasajes de este libro, es que donde nosotros somos insuficientes «la cruz se hace visible». En nuestras vidas cansadas y llenas de interrupciones, la gracia ocurre y cubre nuestras contradicciones y faltas. Precisamente por el alto precio que Cristo ha pagado.

Pues esto es lo que nos enseña El precio de la gracia: que el cristiano, una vez aceptado ese llamado al seguimiento, debe aferrarse al mundo en una cruda lucha cuerpo a cuerpo. Al mismo tiempo, la experiencia de su autor nos enseña que, muy a menudo, sólo podemos encontrarnos con Dios en el silencio, y que el verdadero milagro reside en lo que no se nos concede.

Extraído del prólogo de Daniel Jándula Martin

El objetivo de la Biblioteca de Clásicos cristianos, editados por Abba, es recuperar y poner a disposición del pueblo hispano la sabiduría que Dios puso a nuestros antepasados en la fe. Muchos de ellos son editados por primera vez en español, y otros son recuperados y revisados completamente para una mejor comprensión en el siglo XXI.

La Biblioteca de Clásicos Cristianos está compuesta por las obras clásicas que todo cristiano debería leer por lo menos una vez en la vida. Son pozos de sabiduría Bíblica que nos hablan desde los siglos. La Biblioteca de Clásicos cristianos tiene las siguientes características:

1. Gran colección de más de 50 tomos.
2. Encuadernación de gran lujo en imitación piel y tela de gran belleza estética.
3. Interdenominacional: Autores clásicos de todos los movimientos históricos protestantes.
4. Prólogos por expertos en la obra y la vida del autor. En él se nos detallará la biografía, el contexto histórico y la obra de cada escritor clásico.
5. Interior diseñado a dos colores.
6. Letra grande de 12 puntos, para que todos los lectores puedan disfrutar de las bendiciones de estos clásicos.
7. Secciones en blanco al final de cada capítulo para tomar notas y tener un tiempo de meditación sobre la lectura realizada.