¿Qué hacer?
Párate a un lado, observa el paisaje a tu alrededor, alza la vista a conceptos eternos y comienza a apreciar los hermosos detalles que, por andar apurado, estás ignorando. Recuerda: ¨Lo esencial es invisible a los ojos¨.
Al fin y al cabo, Dios también hizo una pausa en Su eternidad para venir a buscarte. Hoy es tu turno. Haz una pausa y comienza una relación con el Autor de la vida, de manera que te ayude a captar la perspectiva correcta para comenzar cada desafío cotidiano.
0
0 opiniones